Luis Zegarra es alumno del último ciclo de la Sección Matemáticas. Este año, tras postular a la Fundación Matemática de París, recibió la grata noticia de haber sido admitido en un programa de Máster de Matemática Fundamental.
Al tratarse de un Máster con posibilidades de Doctorado y compartido por tres universidades, tendrá la oportunidad de llevar sus cursos no solo en una, sino en tres prestigiosas universidades de París: la Universidad París Nord, la Universidad París Sorbonne y la Universidad París Cité.
Mientras agiliza sus trámites y se prepara para viajar en agosto de este año, conversamos con él para conocer más sobre este programa, el proceso que lo llevó a postular y cómo fue que logró hacerse de una vacante.
Yo fui admitido en un Máster de Matemática Fundamental. En principio, tengo un contrato por un año que se divide en medio año de cursos y medio año realizando un trabajo de investigación. No tengo un área específica de estudio, pero me gustaría trabajar en topología y geometría (...). La meta es hacer un trabajo sobre esos temas con la ayuda de mi asesor.
Si termino ese año y me va bien, el siguiente paso es que te renueven el contrato por tres años más. En ese periodo se realiza la tesis doctoral, y podría culminar obteniendo mi título de PhD.
Durante la pandemia, el coordinador de la especialidad de Matemáticas, Jesús Zapata, tuvo la iniciativa de convocar y contratar a exalumnos de la Maestría y del pregrado que trabajan en universidades del extranjero. Uno de ellos fue David García, él es profesor en la Universidad París Sorbonne, y yo tuve la suerte de ser su jefe de práctica en uno de los cursos que dicta en la PUCP. Mantuvimos el contacto a lo largo a los años, interactuaba bastante con él, conversábamos mucho de matemática, así que eventualmente fue él quien me sugirió postular al programa de Máster en Francia, y me brindó una carta de recomendación.
El proceso fue muy sencillo. Es completamente virtual y directo con la misma Fundación Matemática de París. Para esto uno debe estar atento a las fechas de convocatoria. Una vez en la plataforma de aplicación hay que llenar algunos campos. Uno de ellos consiste en responder una pregunta de matemática general, en otro te solicitan tu historial académico, y, por último, una carta de motivación. Para mi lo más difícil fue redactar esa carta, pero tuve asistencia, me ayudaron con la forma, para que se vea presentable y pueda motivar a otros.
Casi al terminar la pandemia tuve una desmotivación muy fuerte. Los estudios en casa no eran de mi agrado y no tenía contacto con nadie, así que me desmotivé y un profesor de la PUCP me sugirió ir a Brasil un par de años. Así fue que hice un máster de dos años en el Instituto de Matemática Pura y Aplicada. Allí asistí a varios seminarios en los que hablaban de geometría diferencial, topología simpléctica, topología en dimensión baja, geometría hiperbólica, entre otras cosas (...).
Estos temas siempre llamaron mi atención, inclusive desde mis años en Estudios Generales Ciencias, aquí en la universidad. Tuve la suerte de llevar un curso básico de topología algebraica con el profesor Alfredo Poirier y un curso de topología diferencial con el profesor Jesús Zapata. Allí se encendió la curiosidad en mí. Y fue en Brasil donde esa curiosidad se vio intensificada.
Yo quería trabajar en esos temas, pero lamentablemente en Latinoamérica no hay muchos investigadores en esas áreas, no podía encontrar un referente. Entonces, conversando nuevamente con David García, surgió la idea de ir a Francia. Él me dijo: “Aquí hacen de todo, es un buen lugar para que puedas venir y hacer lo que tú quieras sin restricciones”. De esa manera llegué a aplicar al programa de la Fundación Matemática de París.
Al principio yo creí que era una broma o que estaba alucinando. Para esto, cabe indicar que recibí la noticia durante un episodio de dengue, estaba en cama con 40° de fiebre y me llegó el correo de aceptación. Pensé que me lo estaba imaginando (...). Sentí un estrujón en el pecho. Yo no lo puedo creer hasta ahora, y mientras no esté allá no me lo creo todavía.
Sí, hay algo que me parece muy importante. En estas postulaciones, ser aceptado o no depende bien poco de qué tan bueno eres. Es muy difícil para una institución medir qué tan inteligente es una persona solo con papeles, pero conozco a muchos que fueron aceptados en universidades muy buenas (...) porque consiguieron cartas de recomendación de personas de peso, equivalentes a Premios Nobel, y así pudieron ingresar.
Entonces, mi consejo es que sepan relacionarse con sus profesores, que causen buena imagen en ellos, no falten a clases, y aprovechen cada oportunidad para establecer nuevos contactos.
Mi primer contacto para ir a París surgió en plena pandemia. Yo sé que soy bueno en matemáticas, pero aún así necesitaba que el profesor David trabaje en la Universidad París Sorbonne para tener una carta de peso, porque muchas personas pueden haber postulado, que eran muy buenas, tanto o mejores que yo, pero no tenían alguien allí adentro (...), un profesor que trabaje con ellos (...), una persona de confianza. Por eso creo que es muy importante que generen relaciones, que hagan networking y que no desaprovechen oportunidades de socializar y de exponerse ante nuevas experiencias, creo que eso es vital para conseguir oportunidades.