Física

Myriam Pajuelo es la egresada del mes en la Revista Brújula PUCP

Myriam Pajuelo es la egresada del mes en la Revista Brújula PUCP
6/3/2024
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Reconocida docente de la Sección Física brindó una entrevista sobre su trayectoria y principales proyectos al medio que destaca a los egresados de la PUCP.

Myriam Pajuelo es la protagonista del mes de marzo en la última edición de la Revista Brújula. La Dr. en Astronomía y Astrofísica fue reconocida por el medio tras sus impresionantes logros como científica: es la segunda peruana en tener un asteroide nombrado a su honor, llegó hasta el prestigioso Observatorio de París, y participó en una misión de la NASA:

¿Cómo decidió estudiar física?

En realidad empecé estudiando arquitectura porque me gustaba dibujar, pero me di cuenta de que no era lo mío. Hasta que en un curso, Condicionamiento Ambiental, tratamos temas como radiación, temperatura, luz o meteorología. Me gustó, e investigué por ese lado de la arquitectura. Y descubrí que eso era física. Y conforme fui indagando más, me gustó más la física y cambié de carrera.

¿Cómo descubre la astronomía?

En el 2001, trabajando como profesora en la PUCP, me propusieron dictar el curso de cosmología, que es el estudio del inicio y la evolución del universo. Si vas a hablar del universo, lo que más conviene es ver lo que hay. Por eso propuse hacer salidas de campo para observar planetas, galaxias, estrellas y más. En realidad yo no sabía cómo hacer observaciones, fueron mis colegas de la UNI quienes me enseñaron. Y fue un continuo enamoramiento del tema.

¿Cuál es la importancia de estudiar meteoritos, asteroides, cometas?

Son cuerpos que orbitan el sistema solar desde hace miles de millones de años. Si obtienes alguno de ellos, puedes conocer mejor el sistema solar, cómo se ha podido formar y cómo ha evolucionado. Y accedes a la información acerca de dónde viene el agua o la vida.

Además es útil en términos de supervivencia. Es imposible que caigan cosas del cielo, como meteoritos capaces de destruir a la civilización. Por eso tenemos que saber qué tipo de objeto puede caer. Por ello, la NASA condujo entre el 2021 y el 2022 un experimento de desviación de un asteroide, la misión DART, en la que participé junto con mi alumno Aldo Panfichi.

¿En qué consistió la misión DART?

Didymos es un asteroide binario, es decir, tiene una luna. La idea de la misión era cambiar cuánto demora dicha luna en orbitar Didymos. Para ello, la nave DART chocó con la luna para así frenar su velocidad ligeramente. La misión fue un éxito. Por primera vez en la historia logramos cambiar el movimiento de un objeto celeste. Ahora lo que toca es seguir haciendo la observación para ver cómo sigue evolucionando y así fortalecer nuestra defensa planetaria ante posibles colisiones de asteroides o meteoritos.

Por toda su trayectoria, tiene un asteroide nombrado en su honor por la Unión Astronómica Internacional, ¿para usted qué significó eso?

Es un gran honor. Yo siempre vi cómo varios colegas tenían asteroides a su nombre. Y pensaba, quizás algún día yo tendré uno. Y fueron mis colegas quienes propusieron mi nombre. Varios pensaron que yo descubrí el asteroide, pero no. Cuando son descubiertos, inicialmente tienen una designación que tiene que ver con el año, la fecha en la que se encontró. Y como este no tenía nombre, le pusieron Pajuelo.

¿Ha encontrado mayores dificultades en el campo de las ciencias por ser mujer?

Salvo cosas muy puntuales, felizmente no he tenido problemas. Sin embargo, sé de colegas en otros lugares que la han pasado mal por cuestiones machistas. Soy consciente de que soy una excepción a la regla y de que hay que dar más oportunidades a las niñas y a las mujeres en las ciencias.

Lee la entrevista completa en la Revista Brújula #111